miércoles, 24 de junio de 2009

Frases célebres


"¡Que esto no es una corrala, joder! tía..."

Jorge Javier Vázquez, Sálvame


"- ¿Cómo te llamas?

- Basilia

- ufff.... qué bonito nombre..."

Óscar Martínez, Tal cual


Los nombres de los programas les van que ni pintados a los autores de las frases. Jorge Javier intentando poner orden en su cortijo de hienas y parásitos; Óscar Martínez mostrándose demasiado tal cual es con una señora que, probablemente, ya sabía que su nombre no es de los más agraciados.

Dos momentos fugaces en el universo de fango que es la sobremesa televisiva. Aunque, puestos a elegir, la naturalidad de Óscar Martínez es mucho menos ofensiva que la casquería de Vázquez.

miércoles, 3 de junio de 2009

Segunda mano

No seamos ilusos.

No hay nada ni nadie nuevo en la televisión. Los programas florecen, se marchitan y se convierten en abono para otros espacios de los que toman el estilo, el formato, el presentador... pero, qué menos, han de ofrecer alguna seña de identidad propia para poder cambiarse el nombre.

En Antena3, por falta de creatividad y fracaso tras fracaso, decidieron hacer un refrito de ex's de otras cadenas y otros programas del mismo estilo. Y Tal cual cogieron a una locutora amigable de la Ser, a una estridente polemista de Supermodelo de Cuatro, a un resabido pijo de Telemadrid, a un ligón de Mujeres y Hombres de Tele5, a un humorista de La Noche Hache, a algún contertulio de Ana Rosa y otros de Emma García. Eso es pluralidad!

Lo mezclaron poco, para que no se difuminara el olor a usado, y le dieron el formato tradicional: primero sucesos y crónica social y después famoseo. Como novedad, copiaron la idea de María del Monte, en Canal Sur, de Cuestión de Peso. Y ya tienes un programa para la sobremesa!

Van sobre seguro. No hay nada virgen en la televisión, todo es de segunda mano; pero, al menos, se echa en falta un toque de originalidad, de creatividad para poder distinguir a un programa de otro. Tal cual es un programa blanco, como lo son los yogures o la leche sin marca, más baratos, que nos ofrecen los supermercados. Los mismos famosetes y periodistas que conocemos de otros programas se reúnen para hablar de la misma forma sobre los mismos temas, esto garantiza un programa con cierta audencia mientras no apueste por tener un estilo propio y consolidarse en la franja maldita o, por el lado malo, arriesgarse a pasar al olvido (como ya, por otra parte, hace día tras día).