miércoles, 23 de mayo de 2007

Lost, la mejor producción

Cómo me gusta Perdidos (Lost).
De verdad que es la mejor serie que he visto jamás... y he visto bastantes. Soy devota de las series americanas, siempre les doy una oportunidad...
Friends (otra serie de culto), Sexo en Nueva York, CSI, Anatomía de Grey, Urgencias, A 2 metros bajo tierra,... se ganaron un lugar en mi parrilla televisiva personal. Otras como Ally McBeal o Mujeres Desesperadas me gustaron mucho un tiempo y luego me cansaron. Otras muchas me decepcionaron, para qué negarlo. Pero, en general, siempre les doy una oportunidad a las producciones americanas porque cuentan con medios para hacer buenas obras y porque me gustan las historias que continúan y que se ganan un hueco en tu vida cotidiana, convirtiéndose casi en una realidad paralela a la mía.

Pues, de todas esas historias, Lost es la mejor. No sé cómo se les ha podido ocurrir una trama tan genialmente trenzada, en la que todo sucede por algo, en la que pasado y presente están tan relacionados. No sé si alguien tenía toda esta trama metida en la cabeza porque, si es así, es un verdadero genio de la narración audiovisual.
Es una serie que nunca para de sorprenderme, siempre se les ocurre algo que descabalga todas las hipótesis que, desde hace tiempo, decidí dejar de hacer porque, siemplemente, quiero dejarme llevar por el placer de una gran historia. Me gustan los personajes y disfruto viéndola en V.O.

Me parece que su colocación segundona en la parrilla televisva es una muestra de que los sistemas de medición de audiencia multimedia están obsoletos. Conozco a mucha gente -sin duda porque la afinidad de criterios es la que nos hace amigos- que se descarga semana a semana los capítulos americanos y queda para verlos. Sin embargo, los críticos dicen que en España la serie tiene poco calado. No es verdad: es que nos gusta tanto que no podemos esperar a que la echen en la tele y la hemos visto antes. Eso no haía sucedido nunca con otra serie con la misma magnitud.

Es un verdadero éxito televisivo por calidad y devoción de sus seguidores. Es una lástima que no hayan sabido gestionarla mejor en TVE.

domingo, 20 de mayo de 2007

El Descodificador

Os recomiendo un blog de televisión divertido e interesante: El Descodicador de elmundo.es. Javier Pérez de Albéniz es un crítico mordaz e irónico que defiende una televisión más cultural y renovada; despelleja sin pudor los productos faltos de creatividad o 'comerciales'. Es una delicia leer su blog cuando se estrenan programas como 'Cambio Radical', 'Está Pasando' o algo de Ana Obgregón, no tiene piedad.

En sus posts mezcla televisión y política; algo que muchos critican pero que yo no podría entender de otra forma. La televisión, la comunicación, los programas televisivos tienen una carga ideológica -más allá de la política- que no puede obviarse. Es demasiado sibarita en muchas ocasiones y suele terminar sus artículos demostrando que le gusta la música americana y los libros más cool. Pero, salvo esos detalles de superintelectual y sus partidistas críticas a los productos de PRISA (El Mundo manda), sus textos son divertidos, inteligentes y ácidos...

http://www.elmundo.es/elmundo/descodificador.html

sábado, 19 de mayo de 2007

Un internauta... de 7 años

Mi primo Carlos corre apresurado hasta mí para darme su dirección de correo electrónico. Quiere que le dé de alta en el MSN.

Mi primo Carlos tiene 7 años.



Es increíble la velocidad con que las nuevas generaciones se acostumbran a las nuevas tecnologías. Cierto es que mi primo -y no es por el hecho de serlo- es un niño increíblemente inteligente, con una memoria y unos razonamientos que te dejan atónito. Pero internet está al alcance de todos y cualquiera con un ordenador en casa y la natural curiosidad de la infancia puede acercarse a él. De hecho, él leía el http://www.as.es/ desde hacía tiempo...



Los niños ya no quieren un diario por su comunión sino un MP4 o una DS. Han nacido con una pantalla como compañera de juego y para ellos lo natural es el lenguaje multimedia, la interactividad y el cambio permanente. Es contradictorio pero cierto. El mundo, antes de que ellos nacieran, no tiene nada que ver con el que ellos están viviendo.



Más allá de la sorpresa que me ha supuesto hoy chatear con mi primo de siete años, me pregunto hasta qué punto se limitará a chatear con la familia o, pronto, entrará en una web y se le abrirá un anuncio de viagra o de una chica sexy que quiera ser su amiga. Y eso me aterra.



Nadie escapa del ritmo de las tecnologías, todos nos vemos seducidos por ellas. Pero me temo que los niños no tienen aún la madurez suficiente para enfrentarse al ciberespacio, seductor y voraz, en el que es demasiado fácil acceder a todo.

Preferiría seguir hablando con mi primo en persona...