lunes, 24 de mayo de 2010

I love LOST



Perdidos es y siempre será la mejor serie de televisión de todos los tiempos.


(Aunque en mi corazón televisivo sigue habiendo un meritorio segundo lugar para Friends)




Nunca una serie ha intrigado a tanta gente de todo el mundo, nunca unos guionistas han sabido sorprender siempre a todos los que especulaban sobre la trama, nunca ha habido tanta acción y tanta creatividad, nunca se había creado un grupo de personajes tan complejos y magistralmente relacionados, jamás se había mezclado la física, la filosofía y lo divino con tanta calidad... se me agotan los halagos para LOST.




Perdidos ha conseguido lo que ningún partido político logra hoy en día: fidelidad. Los seguidores no se saltaban ni un capítulo, no querían leer spoilers ni querían bajarse copias incompletas hasta que no hubiera certeza de que el capítulo estaba correcto. Sus creadores han logrado, incluso, que los españolitos vean series en versión original con subtítulos. El extraordinario doblaje español nos hacía perder los matices que los acentos, entonaciones y registros originales de sus personajes nos ofrecían.




Cuatro apostó por la serie a pesar de que los "lostis" nos bajábamos antes los capítulos de internet y no le dábamos la audiencia que se merecía a la cadena. La mayoría de la gente que me rodea veía Perdidos pero su audiencia en televisión no fue buena nunca. Tal vez por eso Cuatro se vengó con unos subtítulos un poco a destiempo esta madrugada. Un error comprensible y que no dificultaba demasiado la comprensión de los episodios dada la dificultad de realizar la emisión simultánea con Estados Unidos. De cualquier manera, es un poco triste el intento de otros medios por quitarle mérito a la cadena tras el esfuerzo económico que ha hecho por emitir la serie con esta celeridad y buena cobertura.




El final estuvo a la altura de mis expectativas ¿Acaso esperabais que los últimos capítulos fueran un prospecto con respuestas para todas las preguntas? ¿Algún listillo pensaba que había descubierto un final a la altura del que los extraordinarios guionistas nos habían preparado? Si Lost hubiera sido previsible y cerrada no hubiera sido la magnífica serie que es. El final nos hace reflexionar y está abierto a la interpretación de cada uno pues, aunque algunos temas se cierran, otros nos hacen seguir dándole vueltas a estra genial creación audiovisual.




Se cierran algunos episodios y se resuelven las vidas de algunos personajes. Otros enigmas, sin embargo, nos dejan aún con la duda. Para mí, el más inquietante es el de los malditos números. Pero no aspiraba a responder todas las incognitas en los últimos episodios. Los guionistas han contado que LOST es una serie viva que fue creciendo y forjándose día a día. El final no estaba escrito sino que se dejó a la trama evolucionar para seguir sorprendiendo al espectador. Así, se abrieron muchas puertas y era impensable que todas quedarán cerradas en dos horas. No me importa un pimiento de dónde salió el oso polar, lo que me importa es qué pasó con cada uno de los personajes, quién es quién es la isla y porqué se estrelló el vuelo de Oceanic. Y los capítulos finales tuvieron la trascendencia, calidad, acción y emotividad que esperaba.




Enciendo la tele y me falta algo. Ya no tengo más capítulos de LOST que ver... y me da mucha pena. El siempre astuto Said, hasta que se volvió un tanto malo en la última temporada, ya no torturará más; Locke no volverá a poner su insoportable sonrisa maligna; Ben no desconcertará más a nadie con sus turbios ojos azules; Jack no será más el bueno perfecto que insistió en explosionar la bomba; Desmond no volverá a ser tan especial; Kate no huirá de nadie; Sawyer no deslumbrará con su conducta indómita y sus miedos internos... ay! Qué será de la isla sin ellos!! Qué será de nosotros sin ellos!

domingo, 16 de mayo de 2010

Irremplazable


Nos suelen decir que ninguno de nosotros somos irremplazables en nuestros trabajos. Pero hay gente que sí lo es.

Estaba de viaje en México cuando me enteré de que Paco González dejaba el Carrusel Deportivo de la Ser por problemas con la empresa. Y me dejó fría, me pareció una estrategia para ganar audiencia en las jornadas finales de la liga, aunque desde luego no lo necesitan, o un bulo de otras cadenas para sacar a la luz los trapos sucios de Ser. Pero resultó ser verdad.

Hace unas semanas, conducía desde Almería a Málaga un domingo por la tarde y no paraba de reírme con Carrusel. Me pregunté qué pasaría dentro de unos años cuando alguno de los periodistas o comentaristas abandonara el barco; el programa perdería parte de su alma pues es un puzzle de caracteres, humor y conocimientos perfecto. Especialmente, no me podía imaginar cómo sería ese programa sin Paco González o Pepe Domingo Castaño (hola, hola esto es.... Carrusel Deportivo!).

Carrusel es, sin duda, el programa más interesante, divertido y completo de la radio deportiva española. Cuesta cogerle el hilo porque, desde luego, es un grupo de amigos que se muestra ante los micros tal y como son. Son naturales, con sus chistes y bromas internas que, probablemente, sólo ellos entiendan. Pero funciona porque es un programa ágil, alegre, en el que saben de deporte, irreverente y, sobre todo, espectacular; espectacular porque, sólo con la voz, transmiten la emoción del deporte en toda su viveza.

Este circo ha perdido a su director de pista y no volverá a ser lo mismo.

Espero que se reconduzca la situación porque si Carrusel necesita a Paco González, la Ser lo necesita aún más. Paco es un animal radiofónico, por más que todos agradeceríamos que Tele5 fichara a un par de buenos comentaristas para el Mundial. Y, personalmente, creo que ni por Paco hago el esfuerzo de sintonizar la Cope.