viernes, 27 de febrero de 2009

Náuseas y Lágrimas

La publicidad es un arte, en treinta segundos puedes acabar riendo a carcajadas o llorando como un niño. Ayer experimenté esas dos sensaciones en cuestión de minutos.

No sé a qué mal director de publicidad ni a qué empresario patán se le ha ocurrido la campaña de Más Movil. ¿Quién ha ideado mostrar a un hombre vomitando hasta la extenuación? Lo normal, si crees que mostrar un vómito es el reclamo adecuado para atraer clientes, es que se vea al individuo haciendo el esfuerzo o sólo la pota en sí, pero ver ambas cosas a la vez es nauseabundo, desagradable e induce a cualquier cosa antes que a pararte a pensar en qué se está anunciando.
Y ya no es sólo eso, es que todo el anuncio tiene una realización pésima (una larga e innecesaria escena del hombre al principio en la puerta de casa, luego otro segundo amago de vómito por si no hemos tenido bastante...) y no hay atisbo de humor, que suavice el mensaje. Mala idea + mala realización= nadie sabe qué se anuncia, porque la imagen de aquello es tan desagradable que no queremos ver el anuncio.

Frente a esta pobreza y penuria creativa, Coca Cola nunca falla. Es un anuncio que te deja sin aliento. Preciso, bello y que te recuerda lo que significa la marca, apela a los sentimientos en estos tiempos de crisis consumista. Nos recuerda que la vida es bella porque va directo a nuestros sentidos. Conmovedor y de una factura técnica intachable, hace que nos molesten menos los cinco minutos de publicidad al final de cada serie.


domingo, 1 de febrero de 2009

Dignidad


La victoria de Rafa Nadal hoy en el Open de Australia es una lección más de calidad, tesón y motivación a la que este chico nos tiene malacostumbrados. Pero las lágrimas de Federer, hasta la fecha el mejor tenista de todos los tiempos, han sido un baño de dignidad y humildad propio de un verdadero deportista. Serio, impecable en la técnica, discreto y grandísimo tenista, se siente impotente ante el ímpetu de un chaval joven, magistral, combativo y respetuoso.




Una delicia para los espectadores. Un espectáculo con una calidad humana y deportiva que rara vez se ve en la milla dorada de los campos de fútbol.



En este duelo ya no sabemos quién es David y quién Goliat. Pero las fortalezas y debilidades están más que claras en otros terrenos: Madrid es el todopoderoso ombligo del mundo informativo. La nieve dificultó, literalmente, la señal durante el partido de tenis. Pero, luego, el resto de España siguió bajo el temporal desafiando el centralismo informativo de Madrid.


Los periódicos y las televisiones han ignorado el tornado que ha pasado por Málaga, arrancando techos de edificios, una carpa de circo, el techo de la estación de autobuses y la del AVE, decenas de árboles... Hasta la fecha, sólo hay que lamentar heridos leves. Démosle tiempo a las cadenas para reaccionar y comparemos mañana la cobertura dada a ambas provincias en los telediarios...