Como decía hace unos meses, cuando termino de comer y decido descansar un rato delante de la tele, me entran ganas de volver a trabajar. Es que se me revuelve el estómago con determinada programación. Cuatro ha hecho una apuesta fuerte con estrenar la nueva temporada de Entre fantasmas -después del fracaso de Lo que diga la rubia- en la franja maldita. A ver si cuaja... porque ninguna novedad televisiva resiste al horario de la telenovela y la prensa del corazón más putrefacta.
Pero, después de cenar, la situación es totalmente diferente. Para los que amamos la televisión divertida, estimulante, ágil y crítica, a las 21:30 empieza lo bueno. El Intermedio sigue destripando incisivamente la realidad, riéndose de él mismo y cuestionando la política made in Spain. El Hormiguero divierte, hace sonreír y nos muestra a un presentador sincero y unos colaboradores que no van de héroes, son diferentes y sin complejos. Todos componen un equipo sano, valiente y original.
Ayer el programa de Pablo Motos cumplió 500 programas y nos hizo reír con sus trucos, inventos y canciones. Wyoming contraprogramó una entrevista a Falete por su 575 programa en la que mostraban al cantante todas las veces que le habían nombrado, y no para bien, en el mismo; un alarde de caradura y humor. Cada programa fue fiel a su estilo y es de agradecer.
Felicidades a los dos programas: y que cumplan muchos más!!. La única pega es que sean a la misma hora...