Ha fallecido Jesús de Polanco, uno de los empresarios más importantes de Latinoamérica, una de las personas más influyentes de España y, sin duda, un valedor de la democracia. Me pilló muy de sorpresa la noticia. Para mí era un hombre tan lúcido y activo que nunca me pareció que tuviera una edad avanzada. Lamento su muerte.
He estado leyendo todo el fin de semana las noticias de El País y El Mundo sobre el acontecimiento. Como en todos los asuntos en los que se mezclan negocios e ideología (esto es, todos), pero más aún cuando se trata del negocio de la comunicación, las ediciones no tenían desperdicio. Es indudable de que ni unos ni otros podrán sobreponerse jamás a su dogmatismo -siempre con diferencia palpable de estilo-. Pero creo que, en este caso, era El Mundo el que tenía que demostrarlo y con su tratamiento informativo y su titular del domingo -'Muere Jesús de Polanco, uno de los hombres más poderosos de España'- se hizo elocuente que, lo que Pedro J. sentía, era: '¿Podré ser alguna vez tan influyente como Polanco?'.
Ya sé que los periodistas debemos ir contra todo y buscar lo negativo de las cosas. Sin duda, los medios de PRISA no pueden esconder su ideología y, probablemente, porque la comparto, me parece que son respetuosos con todo el mundo. Es indudable que sus opositores ideológicos piensen que son totalmente maniqueístas y despreciativos con la oposición popular; pero jamás he leído ni oído en esos medios ataques en el tono que predican otros rotativos y emisoras nacionales.
El País, como no podía ser de otra manera, se deshace en elogios a la carrera de Polanco. Ciertamente comparto la visión de que ha sido el mayor empresario de la comunicación nacional, que asumió riesgos que van más allá de la mentalidad empresarial cuando decidió apostar por la democracia y por el respeto a sus trabajadores. Y creo que ha sido siempre, frente a cualquier ataque, tanto él como PRISA, unos valuartes del periodismo de calidad.
Es incuestionable que los directores de medios, los editores y los representantes de los grupos de comunicación tienen un ingente poder en la vida política nacional. No debemos ya escandalizarnos por eso. Es seguro que utilizan sus medios para influir en la agenda política y que tienen capacidad para silenciar o pregonar los temas según sus intereses empresariales; que su línea editorial va paralela a su balance de cuentas. Pero necesitamos a los medios de comunicación, por eso la duda no está en si son Lobbies malignos, sino en si el producto que ofrecen es de calidad. Tienen sus debilidades, pero son los únicos que pueden comunicar a la sociedad con el poder político; los únicos que nutren la opinión pública de forma masiva. Así que, les necesitamos.
Por eso me parece cuanto menos ilusa o increíble la interpretación de Unidad Editorial. El Mundo reconoce la trayectoria de Polanco pero no puede contenerse y aprovecha para clavar el aguijón. Algo que caracteriza al periódico y a su director y que, por otra parte, me hubiera decepcionado si se hubiese obviado, en este caso, por respeto a Polanco.
"Tras la rivalidad entre El País y EL MUNDO no sólo ha latido durante todos estos años el pulso de la competencia entre dos empresas periodísticas, no sólo ha sobrevolado la discrepancia ideológica que habitualmente media entre socialismo y liberalismo. No, el verdadero trasfondo de las llamadas guerras mediáticas ha sido una sustancial disparidad entre la concepción utilitaria que siempre percibimos en la actitud de Polanco y sus principales colaboradores hacia el poder en todas sus variedades y nuestro sentido de la función social de la prensa como instrumento al servicio del derecho a saber de los ciudadanos."
Buenos y malos. Malos y buenos. Es un discurso muy trasnochado. Ser abanderado del periodismo de servicio público (como quien se abandera de la defensa de España, de los valores democráticos...) suele ser un signo de concepción utilitaria de lo mismo...
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2 comentarios:
Se habrá olvidado PedroJ de cómo jugaba él con los papeles del CESID para obtener información de la gente? y cómo exprimió a Amedo y Domínguez a su anotjo para joder al Gobierno? eso no es concepción utilitarista de la información y el poder...? qué tío!!
Si... claro... y Polanco era un santo empresario altruista q no se aprovechó del PSOE para venderles libros a Sudamérica, para tener Cuatro en abierto,... venga hombre, q parece q es un santo filántropo.
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