lunes, 10 de marzo de 2008

Elecciones...

Como dice el Gran Wyoming, ¡lo que España vota, va a misa!


No sé si estará más disgustado Aznar, que ve como España refrenda la política social, económica y territorial de Zapatero, o Uribarri, al borde del infarto al ver a Chikilicuatre arrasar en Salvemos Eurovisión.

La democracia es así. Hoy me siento doblemente contenta.

Eurovisión es un concurso que tuvo su momento de apogeo hace décadas, cuando España anhelaba estar en la Unión Europea. O cuando acabábamos de entrar y nos fascinaba todo lo que viniera de Francia o Italia. Pero ahora ya somos un país más, igual de moderno y de interesante que cualquier otro estado europeo.

La verdadera unión la hacen los jóvenes que viajan cada vez que pueden a otro país, los que leen prensa internacional, los que se hacen con la música que les gusta saltándose las fronteras o quienes amplían sus negocios por Europa. Eurovisión ya no es lo que era... ya no es casi nada.

Entiendo el enfado de los que han seguido Eurovisión toda la vida, porque creen que esta elección es injusta para los que son cantantes de verdad y porque nos puede hacer aparecer como unos humoristas irrespetuosos en Europa. Pero han de entender, primero, que la democracia es justamente aceptar la opinión de la mayoría porque cada voto vale lo mismo, sea de un amante de la música, de un progresista convencido o de un irónico empedernido. Y, segundo, porque Eurovisión no significa ya casi nada para nadie y hechos como éste vienen a demostrar que es un forma de intercambio cultural muy obsoleta.

Los amantes del festival deben pensar con la cabeza fría y alegrarse porque éste va a ser el concurso más visto desde aquel en que participó Rosa (otra fórmula participativa que, en su momento, renovó el sistema de elección e involucró a los telespectadores) y porque, a buen seguro, el año que viene TVE (que no olvidemos es a quién realmente representa el cantante elegido) se atará los machos y no dejará cabo suelto para que el elegido sea digno.

La ciudadanía ha hablado. La campaña conservadora ha fallado, la campaña del miedo se estrelló contra la realidad y ahora toca a los perdedores evaluar daños y renovarse. La campaña de crispación fracasó. Gabinete de crisis en el PP.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Chiki a Eurovisión!!!
Intentaron amañar el sorteo de mil formas, con la ponderación de votos, cerrando teléfonos durante la semana... pero queremos a Chiki! Vamos a reírnos un poco, es un concurso que está pasadísimo!!

Anónimo dijo...

Pues a mi me parece una falta total de respeto. Para hacer gracia q siga de humorista y q respete este concurso... desde pequeña lo veía con mis padres, era un momento especial q compartir con la familia. Así que me parece una falta de respeto a los que amamos la música y este festival.
Carmen, Murcia.

Anónimo dijo...

Vamos a hacer el ridículo más absoluto en Europa. Hay que saber cuándo toca reírse y cuándo ser serios porque en Europa no vamos a desprendernos jamás del tópico de los Españoles graciosos que no saben comportarse.
Tienes razón en algunas cosas de las que dices, como en la audiencia, pero no todo vale para satisfacer al público. La calidad musical ante todo.

Alberto38