viernes, 17 de octubre de 2008

La franja maldita...

Parece ser que ninguna de las grandes cadenas consigue cuajar una programación que enganche a la audiencia durante la franja de sobremesa. Desde hace meses, uno tras otro, todos los intentos han sido fallidos.

Cuando acabó el Tomate, muchos pensaron que había dejado millones de espectadores huérfanos que buscarían consuelo en otras cadenas, y se frotaron las manos. En esa época, competía con Fama, con Amar en Tiempos Revueltos y con Sé lo que hicisteis... (Antena3 ofrecía esperpentos como LaLola y culebrones varios). La telenovela española se ha asentado en la parrilla y ha creado un fiel grupo de seguidores. Es, prácticamente, la única oferta televisiva que no es manifiestamente lesiva para el público infantil y adolescente que ve la tele a esa hora. Fama se alargó y se alargó porque atrajo mucha audiencia a Cuatro. Ha sido una de sus apuestas más existosas desde que comenzó la cadena; un programa blanco en el que se apostaba por la pasión por el arte y el trabajo duro en equipo para conseguir un futuro laboral.

LaSexta aún se ríe de la sentencia en su contra que ganó Tele5. Pero se ríe de puertas afuera, porque sabe que, si le quitan su ración diaria de corazón y visceras, se queda sin materia prima. Y con este programa podría caer el único espacio que se ha asentado duraderamente en la parrilla durante la sobremesa con éxito.

Uno tras otros vimos caer el indescriptible Las Gafas de Avelino (con un nombre destinado al fracaso), Channel nº4 (que, con glamour en su comienzo, sobrevivió un par de años agonizando), Visto y Oído (que no ha encontrado un tono propio entre lo informativo y lo cercano, resultando distante y sin personalidad), el Método Gonzo ( qué hacía el de CQC ahí?), el Método por 2 (qué era esto?), Supermodelo (quería mostrar que ser modelo era más complicado que ser ingeniero!), Circus (imitación barata de Fama),... y, el más reciente, XQ no te callas, una mezcla del Tomate y el CQC más hortera con la fría y sobreactuada Carolina Cerezuela.



Parece ser que, por la famosa crisis, las cadenas están dándole a los programas de sobremesa una segunda oportunidad. No los quitan tan rápido como la audiencia demanda porque intentan sacarles un poquito de rendimiento antes de buscar una nueva producción, que siempre entraña más gastos. Intentaron reciclar Circus para cubrir la programación de los sábados por la noche, con un fracaso tal que les ha impulsado a bajar el telón en una semana (registraron un share del 3%).
Ay! qué lejos quedan las tardes con Jesús Hermida, MariTere Campos o Ana Rosa Quintana como reyes indiscutibles de la programación... Los directores de programación se estarán dando cabezazos en las paredes a ver si a alguien se le ocurre otro formato bueno, bonito y barato que acapare la audiencia como lo hicieron en su día estos gurús mediáticos o series como Al Salir de Clase, Pasión de Gavilanes,... mientras se preguntan: dónde se ha metido la audiencia??

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