Hoy en día, ser periodista no significa gran cosa. Si tu hijo te dice que quiere estudiar esta vocacional carrera, recomiéndale que se lo piense dos veces: que haga una filología o que se haga famoso, eso tiene mucha más salida.
El periodismo es una profesión de raza y apasionante cuando se ejercita éticamente. Pero, seamos realistas: aunque los periodistas, independientemente de la magnitud de su medio de comunicación, estén comprometidos con su labor de mediación social, la imagen que la ciudadanía tiene de ellos-la mayoría de las veces por la influencia del seudoperiodismo pero, también, por culpa de los periodistas justicieros- pasa por su peor momento. No soy para nada una persona catastrofista, no crean, pero es que el panorama es lamentable.
Lo que hacen los periodistas en televisión lo puede hacer cualquiera, por eso díganle a sus familiares y amigos que estudien lo que deseen, que luego acabarán de periodistas si tienen madera (carcomida por las hormigas blancas). ¿qué por qué lo digo? Porque no contentos con llenar de famosillos los programas de tertulias, Tele5 ha creado ahora al famoso infiltrado con cámara oculta que intenta desenmascarar la cienciología. Todo un hito en el periodismo de investigación nacional.
Un granhermanita venida a menos, que lo ha probado todo todo para seguir en el candelero, se infiltra en la cienciología y nos relata que ha pasado mucho susto, que aquello es muy fuerte. Y, de esta manera, el Tomate investiga!
Aquí hay tomate, por cierto, ha cambiado de grafismo y de logo. Para pasar de una noticia a otra un tomate se explota en pantalla, como un estallido de diarrea en la cara de quienes lo ven. Porque este programa se supera a sí mismo cada día: se nutre de informaciones que provienen de predicciones astrales, repite hasta 7 veces el mismo anuncio manipulado y maligno durante el mismo programa, no contrasta ninguna información, inicia campañas de acoso y derribo sin ningún pudor... es que no se merecen que le dedique ni una sola palabra más a esta farsa de programa rosa-negro que roza el horario de protección infantil.
La cadena más vista de España ningunea a los periodistas, ridiculiza el periodismo de investigación y lo iguala con la última excentricidad de una famosilla cualquiera. Tele5 se deshizo de muchos de sus mejores periodistas de los informativos, aunque es cierto que quedan algunos decentes. Hoy en día puede atribuirse el mérito de reducir la investigación a ver cuántos kilos ha perdido Julián Muñoz o cómo monta la Infanta Elena su mueble del Ikea.
Lo de ahora es aún peor. Las cuestionadas cámaras ocultas pueden sacar a la luz información más que importante pero deben ser realizadas con responsabilidad, con la credibilidad de no manipular el discurso de la persona grabada, con la legitimidad de pretender aclarar algo para la ciudadanía... Tele5 lo mezcla todo (programas de cotilleo sobre la vida del presidente González, explicación de procesos judiciales en programas del corazón,...) y ello es la base de un estilo de programación soez, negativo y estridente que sólo empuerca la imagen del periodista para la ciudadanía.
Les voy a lanzar un reto, el Tomate ha anunciado que coronarán mediante votación popular (1,2€/sms) al famoso más aburrido y JJ Vázquez promete que al ganador no lo sacarán más en el programa. Aburrido no es la palabra que mejor le define -cínico o endiosado tal vez- ¿pero les importaría votar por el propio Vázquez a ver si cumple y se larga de la tele?